lunes, 13 de agosto de 2012

Londres 2012


Y se acabaron dos semanas de emociones, donde mi corazón vibró de alegría al escuchar cada himno y al ver la cara de felicidad del atleta ganador. Esfuerzos de muchos años reflejados en un instante, lágrimas de alegría y de tristeza por los que no vieron cumplir su sueño.

Londres se preparó de una manera impecable para recibir a millones de personas, de todos los rincones del mundo, y yo me sentí parte de eso, ya no era una extranjera más, no, esta vez yo estaba recibiéndolos a mi ciudad e integrándolos a mi cotidianidad.

Vivir unos juegos olímpicos como local es una experiencia muy enriquecedora, no fue necesario ir a cada evento para sentir la emoción, la expectativa y las ganas de ganar.

Perseguí a la llama olímpica en bicicleta, choque la mano con más de un deportista que caminaba por la calles, apoye países de los que nunca había oído hablar, y derrame lágrimas por otros que escasamente sé dónde quedan, celebre cada medalla que ganamos con orgullo, pero cuando Colombia ganó la medalla de oro….el tiempo se detuvo y yo me sumergí en las notas de mi himno, y me sentí más orgullosa de ser colombiana que nunca. (para la diversión de mis colegas, pues claro uno con 29 medallas de oro en unos olímpicos no entiende porque alguien se apasiona tanto cuando se gana una, pero bueno ellos hicieron su mejor esfuerzo por comprender y compartir mi alegría.).

La inauguración y la clausura fueron una ventana del Reino Unido para el mundo, los gritos, cantos y ovaciones a los atletas favoritos llenaron cada rincón de la ciudad, las banderas ondeantes se acentuaron en el horizonte y por unas cuantas horas un patriotismo generalizado se apoderó del ambiente.

Las dos ceremonias estuvieron  llena de referencias locales, y claro está, que los únicos que entendieron todas las referencias, chistes e inuendos fueron los Británicos, para el resto del mundo fue una clase magistral a través de la historia de la cultura inglesa.  

Y bueno como todo los Olímpicos también tienen su fin y tengo que admitir que hoy hay un sentimiento de vacío, y se respira un aire diferente. Pero igual quedan los buenos recuerdos, el corazón hinchado de alegría al shaber sido testigo de cientos de sueños cumplidos y de nuevas metas por alcanzar.


Esto es lo mas cerca que he estado de la llama Olimpica!


Pero nosotros teniamos nuestra propia llama.Y bien merecida.

S

Mi boleta para Taekwondo!







Mi foto favorita! esa cara de felicidad no tiene precio. 


Dos culturas celebrando un mismo sueño

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